Puede que su nombre en inglés -Ice Bucket Challenge- no remita inmediatamente a su versión “en criollo”. Hablamos del desafío del baldazo de agua helada.
Nacida como una bienintencionada campaña para generar conciencia acerca de la Esclerosis  Lateral Amiotrófica (ELA), viralización mediante a través de las redes sociales, alcanzó una difusión mundial impresionante.
Para esto mucho tuvo que ver la tecnología nuestra de cada día, pero mucho más que a esa cadena se hayan ido sumando famosos de la talla de Bill Gates, Lionel Messi, Stephen King Mark Zuckerberg, Shakira, y Lady Gaga, entre tantos. 
El efecto buscado era y es llamar la atención acerca de una enfermedad rara, que no tiene cura  y de la que todavía se sabe muy poco. 
Pero este objetivo va atado a otro igualmente importante: recaudar fondos para destinarlos a la investigación de esta extraña versión de la esclerosis y la mejora de la calidad de vida de quienes la padecen.
La explicación de por qué se arroja un balde con agua helada es para reproducir esa sensación que siente todo el tiempo un enfermo de ELA.
Cada uno de los que participa fue propuesto por otro y a su vez debe nominar a quien quiera. Por supuesto, todos deben realizar una donación para que esa cadena no se detenga.
Hasta aquí nadie podría discutir la nobleza de la causa. Sin embargo, la frivolización que alimentan y reproducen las redes sociales han llevado que sean cada vez más los que se arrojan encima un balde de agua sin saber para qué y mucho menos que deben hacer un aporte económico para la causa.
Desprovista de sus objetivos primordiales, esta campaña que arrancó el 29 de julio parece un juego de tontos, un pueril pavoneo para colgar videos que sólo causan gracia (es un decir) a quienes los filmaron. 
Claramente, no era esta la idea de su creador, el jugador de béisbol de Boston, Peter Frates, quien padecía esta enfermedad y no se resignaba a que no se le pusiera más atención e inversión para enfrentarla.
 Al menos por un tiempo más -sabemos, en el mundo virtual todo aburre bastante rápido- el desafío del baldazo seguirá derramando litros y litros de agua. 
Con que 1 de cada 10 de los que aceptan el reto entiendan por qué lo están haciendo, el propósito de Peter se habrá cumplido cabalmente. 

(Diario UNO, 23 de agosto de 2014)

El archivo