“¿Alguien
puede tener título más alto y más honroso que el de lector?”, se pregunta
Fernando Savater en la página 70. Por eso, antes y después de ese interrogante,
el filósofo español se encargará de confirmar por qué su libro no podía llevar
otro título que el de El placer de la lectura.
Esa
“personalísima guía de escritores que me hicieron gozar”, tal como reza su
certero subtítulo, está clara y únicamente guiada por una caprichosa selección
de autores y obras que lo hicieron pensar, disfrutar, cuestionar y hasta
revisar sus propias posiciones frente a temáticas de peso como la educación, la
política o la filosofía.
Savater
invita, con ese tono despojado y afable de profesor que tan natural le surge, a
recorrer “la aventura del pensamiento” y lo hace corriéndose él del foco para
que cada libro, cada autor, que se comparte en estas páginas sea una invitación
real a visitar (o revisitar) la obra del creador elegido.
En su
supuesta falta de intenciones profundas o eruditas, esta recopilación de notas
sobre libros y escritores nos contagia el entusiasmo de Savater, a la par que
abre otras puertas para rastrear por nuestra cuenta lo que aquí está sutilmente
esbozado.
“Me limito a
dar de lado lo que no me gusta, pero sin flagelar inquisitoriamente los
placeres de otros”, advierte en la presentación, más que como declaración de
principios como gesto para bajar expectativas y compartir sin tanta pompa ese
mundo paralelo que cobra vida en su mesa de luz y en su inabarcable biblioteca
personal.
Para el
autor de Los diez mandamientos del siglo XXI, estas páginas no son más que
“testimonios personales del júbilo de leer”. Espíritu que, se agradece,
trasunta las páginas y llega amorosamente al lector.
(Suplemento Escenario, Diario UNO, 31 de mayo de 2015)