Cada aniversario de Diario UNO es necesariamente una mirada hacia atrás, para repasar y revisar tanto lo bueno como lo no tan bueno que hicimos en el recorrido, pero también –y he aquí lo que más nos entusiasma– para dirigir la vista hacia lo que vendrá. 
Es allí donde siempre existirá una nueva oportunidad para superarnos, a la vez que ese mañana puede representar una estimulante metáfora de lo que esperamos para la provincia.
Para este cumpleaños número 22, elegimos compartir con nuestros lectores 22 notas en las que los protagonistas son los jóvenes que trabajan para la Mendoza no ya del futuro si no del presente.
Un calificado espejo en el que bien podrían mirarse muchos de los candidatos que este año de numerosas citas con las urnas tendrán que ocupar lugares de conducción estratégicos.
Apostar por las nuevas generaciones, sin despreciar el valor de la experiencia y de los hacedores con oficio, es la principal garantía para que Mendoza dé ese salto cualitativo que todavía no logra concretar en toda su dimensión.  
En cada una de las historias y experiencias que compartimos en esta publicación hay una semilla real, concreta, esperanzadora, para visualizar una sociedad que ya se anima a sintonizar con la evolución de otros puntos del planeta.
Estos jóvenes nos enseñan, aún sin proponérselo, cómo esta provincia puede abrirse al mundo, dejando atrás el estigma de los montañeses que gustan aislarse de los demás.
En estos mendocinos de corta edad y largo futuro simbolizamos el espíritu de UNO: un diario joven que no deja de crecer y aprender en el día a día. 

(Diario UNO, 27 de junio de 2015)

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