Se sabía de antemano que estas primeras PASO de Mendoza y del país iban a hacer punta en varios aspectos.
Desde en lo logístico hasta en los acomodamientos y reacomodamientos políticos de cara a las próximas elecciones generales.
Por eso, algo que a priori podría sorprender –el hecho de que casi todos festejaron, independientemente de haber salido primeros, segundos o terceros– tiene cierta lógica.
En función de lo que se esperaba, no hubo sorpresas. En Capital arrasó el actual intendente, Rodolfo Suárez, y en San Carlos hizo otro tanto el dos veces jefe comunal Jorge Difonso.
En el primer caso, con el 60% de los votos, el sucesor del Viti Fayad se convalidó como un fortísimo candidato a validar en las urnas el cargo que hoy porta por herencia. 
Mientras, el demócrata y massista Difonso, traccionado por colectoras de Encuentro Frente por Mendoza, quedó a las puertas de un tercer mandato en la comuna valletana.
Hasta aquí dos triunfos de fuerzas opositoras que sin dudas traccionarán a favor de Alfredo Cornejo y de los presidenciables Julio Cobos y Sergio Massa.
Por el lado del Frente Para la Victoria, los resultados en ambas comunas fueron leídos con contagioso optimismo. 
En suelo capitalino, el ciurquista Carlos Aranda se consolidó como candidato del PJ y otro tanto ocurrió con la azul Alicia Caraballo, quien celebró haber acortado la histórica brecha con el difonsismo.
La izquierda, que había dado el batacazo en las elecciones pasadas, ratificó su buen momento con un tercer puesto en Capital, donde Nicolás Del Caño arribó no muy lejos de Aranda. 
A ese festejo generalizado también se subió el Partido Demócrata, ya que si bien obtuvo el cuarto puesto en Ciudad, con el 5,4% de Josefina Canale continúa en carrera.
El único que no celebró fue Gerardo Uceda, del frente MST-Nueva Izquierda, quien con su 1,03% no alcanzó el umbral del 3% para poder prenderse en las generales.
A la luz de otras PASO, las tendencias para el 3 de mayo han quedado claras. Salvo que en el camino sucedan desaguisados políticos fuera de lo común, no habría mayores novedades que alteren el tablero. Pero ya se sabe, estamos en Argentina, lo cual es razón suficiente para esperar que algo o alguien dé la nota en el momento menos esperado, y así suban o caigan ciertos candidatos.

(Diario UNO, 24 de febrero de 2015)

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