Los que toda la vida odiamos las matemáticas sentimos que convivir con los números es lo más parecido a una condena. Una sospecha que esta semana se confirmó con la contundencia de 1 + 1 es 2. Todo, o casi todo, lo que hablamos, leímos o escuchamos en los últimos días estuvo indefectiblemente atravesado por pesos, euros, dólares, metros cúbicos. Dígito más, billete menos, el dinero aparecía de pronto en cada conversación como si se tratara de una charla entre Cavallo y Boudou.
No hubo rubro periodístico que no presentara con claridad este invasivo costado económico de la realidad argentina. Calculadora en mano, hagamos un repaso: la crisis de los clubes de fútbol, cuyas arcas hicieron agua como el mejor Titanic, muestran un rojo (y no de Avellaneda) de más de $ 40 millones.
La debacle amenaza con la suspensión del inicio del torneo Apertura y una fuerte pulseada entre la AFA y Torneos y Competencias para exprimir aún más la plata de la televisación. Dos más de la timba deportiva: la tasación de nuestra joya de exportación, Lionel Messi, trepó a los 250 millones de euros. Provecho. Otro: por cada carrera que corra el ex jubilado y múltiple campeón, Michael Schumacher, cobrará la bonita cifra de 3,2 millones de euros.
Sigamos. La boleta del gas viene ocasionando un fuerte dolor de cabeza a muchos consumidores. Vaya por caso doña Herminia Rosales, quien cobra una pensión de $ 532 y le llegó una boleta de $ 597. Con lágrimas contó a las cámaras que le resulta imposible pagar ese monto. Ella y muchísimos más, reclaman un poco de sensatez. Nadie quiere dejar de pagar lo que corresponde pero tampoco abonar lo que a todas luces no corresponde.
La tele tampoco está ajena a tanto clink caja. Programas de todo tipo incluyen el infaltable segmento de juegos, siempre a cambio de invertir jugosos pulsos telefónicos, gracias a los cuales Elena, de Bahía Blanca, el otro día pudo ganarse $ 600 jugando a las escondidas ¡por teléfono! con Julián Weich.
En esto de números que vienen y cifras que van, mucho menos quedan afuera los gobiernos. El de Jaque, por ejemplo, protagonizó el escándalo de la semana con la dudosa contratación de Los Fabulosos Cadillacs a cambio de generosos $ 315.000. Apenas $ 15.000 más que lo invertido para comprar (a fines de julio) el equipo para detectar los virus de la gripe A y del dengue.
La celeridad con que salió el dinero para apoyar un hecho cultural que algunos funcionarios no dudaron en calificar de "muy importante para la provincia" (aunque no hayan escuchado a Vicentico y los suyos ni en el mp3 de sus hijos) no fue la misma con la que se gestionó el RT-PCR con el que ahora, recién ahora, se puede saber en 48 horas quién está infectado y quién no.
A este repaso, casi tan tedioso como estudiar las tablas de multiplicar, se podría sumar el recorte de los superpoderes, el uso del Fondo Anticíclico, las compras para el Día del Niño, las multas de tránsito, el endeudamiento de las comunas, la cantidad de fieles que irá a San Cayetano? Se podría, pero aunque más no sea por este fin de semana, hacer una rigurosa dieta de números. Para el frío, nada mejor que una sopa de letras. O un buen libro.

(Publicado en Diario Los Andes, 1 de agosto de 2009)

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