Ante cada emisión de Un reo meditabundo la sensación del oyente es la de enfrentarse al siempre generoso “había una vez”, ese abracadabra que todo lo puede en su implícita promesa de sorpresas. Enhebrar, por caso, la música de Piazzolla y Cedrón con la maestría de Hermenegildo Sábat y Quino, la poética de Dolina y Enrique Symns, el testimonio de vida de Nelly Omar y Enrique Cadícamo, atravesar el mármol de un Neruda o cual inspirado médium reencontrarse con Sofía Bozán, Tita Merello o Cátulo Castillo. Todo esto sazonado con sabrosas historias propias donde habitan más antihéroes que personajes de manual.
Pasado en limpio, Un reo meditabundo es un programa de radio que ya suma quince años en el atiborrado éter mendocino y que se emite los domingos a las 22 por la AM y la FM de Radio Nihuil o, si se prefiere, en su versión virtual en el sitio www.radionihuil.com.ar.
El sello. Su prehistoria se remonta a octubre de 1992 en la FM de Radio Nacional. Tres años después, mudanza a la FM de la Universidad Nacional de Cuyo y finalmente en 1999 desembarco en Nihuil. Siempre a caballo de una propuesta que no tiene símil en el marco radiofónico de Mendoza y que ellos, lejos de toda inmodestia, definen certeramente como “radio de autor”. Precisamente en ese sello es donde se asienta la vigencia de un programa que juega –en cada emisión– con el concepto borgeano de ser otros siendo los mismos.
Pequeño mundo. Cuando la luz roja se apaga, Oscar Reina y Miguel García Urbani, corazón bicéfalo del reo, hacen rewind. “El programa nace de una necesidad: utilizar la radio como un escenario. En él nos movemos como lo hace un bailarín en la búsqueda de su acto. Nos gustan los relatos, propios y ajenos. Nos gusta ese montaje. La radio es un hecho efímero y muchas veces se agradece que así sea, pero queremos utilizarla para expresar en un acto de dos horas un pequeño mundo”.
Vuelta de hoja. Cada noche, se sabe, es el
misma y siempre distinta. Territorio impredecible donde ellos relatarán una historia escrita a cuatro manos, leída a dos voces y difundida a los cuatro vientos. Más de cien relatos que –anticipan a Nómada– tienen inminente destino de libro, por eso de contrarrestar lo fugaz de tanto aire. Quince años de nouvelles, cuentos, relatos, que merecen destino de estante, lectura fina. “A veces no elegimos las historias. Son ellas quienes nos eligen, aunque suene a frase remanida. Nos sentamos a escribir y luego resulta que la dinámica del relato nos lleva por rumbos casi siempre insospechados”, cuentan acerca del arte de contar.
Ellos, los otros. Los mentores de estas imperdibles páginas radiofónicas tienen tanto de reos como de meditabundos, pero también una extensa trayectoria en el mundo de la cultura de Mendoza. Oscar Reina es un reconocido artista plástico con numerosas muestras en la provincia y el resto del país, en tanto que Miguel García Urbani es periodista y conductor de otra delicatessen radial: Calle 52 (historias & jazz), también por el 680 de Nihuil.
El aleph reo. La gama de temas que se dispara cada domingo es tan amplia como la infinita curiosidad de sus hacedores. Sin prejuicios ni ruidos blancos, el tándem Reina-García Urbani puede abordar con igual solvencia e interés desde la mitología griega, las mujeres en el tango, la historia de la locura, el exilio, los hallazgos de Juan Vucetich, pasando por los detractores del 2x4, los filósofos cínicos, la mujer del prójimo, el encuentro entre Razzano y Gardel, la poesía culta en las letras tangueras, y hasta la pasión del Mudo por su caballo Lunático o por el faisán preparado con receta propia.
Parar la oreja. Los reportajes de este par de reos acostumbran a dar voz a personajes ubicados a años luz de la cultura tinellizada que campea en la mayoría de los medios. Hagamos memoria: Eladia Blázquez, Carlos Alonso, Luis Cardei, Amelita Baltar, Daniel Divinsky, Rodolfo Mederos, Osvaldo Bayer, Horacio Ferrer, Jorge Lanata, Alberto Muñoz, Atilio Stampone, Juan Jacobo Bajarlía, Jorge Boccanera, Chango Spasiuk, Mercedes Sosa, Carlos Sampayo, Leopoldo Federico, Diana Piazzolla, Raúl Barboza, Axel Krieger, Horacio Salgán y siguen las firmas... Aquí también la idea es recopilar estos valiosos testimonios antes de que sea demasiado tarde y veamos a María Kodama bailando en un caño o a Ricardo Piglia cantando por un sueño.
Los que cierran el círculo. Esta vez, la lupa hace foco en el otro lado del dial. “El público es diverso –analizan– pero notamos una alta participación de gente joven que se interesa por Un reo. Siendo un programa digamos “tanguero”, nuestra forma de hacerlo es desestructurada y abierta. Creemos que pocas propuestas en el país pueden contar con tan diversas experiencias como las que reflejamos en cada programa”.
En vivo. Al dúo meditabundo no lo intimida el aire libre, los espacios abiertos, el cara a cara. Saben que hay vida más allá del estudio radial. Así, sus historias han sido escuchadas “en persona”, con la exquisita música del dúo Plana-Martí sobrevolando sus palabras o presentando a ese personaje único que es el poeta y ex minero sanjuanino Jorge Leónidas Escudero. “Estas presentaciones han sido una experiencia que nos permitió dar un paso adelante en nuestra vida profesional. Y lo mejor: a la gente le gustó mucho. La idea es seguir haciéndolas, con una puesta despojada pero intensa en música y relatos”, evalúan en off.
Planes B. Quienes se pierden alguna “función” dominguera del reo, siempre tienen otra chance ingresando a su blog www.unreomeditabundo.blogspot.com. Allí encontrarán los audios de los programas, algunos textos y pistas de lo que vendrá. Y al mismo precio, un buzón electrónico: reomeditabundo@yahoo.com para sugerencias, palos, flores u otras yerbas.
Sefiní. Antes de ir a un tema o a la impertinente tanda publicitaria, a manera de despedida los reos meditabundos bien podrían parafrasear al Ixca Cienfuegos del mexicano Carlos Fuentes cuando admite resignado: “Aquí nos tocó. Qué le vamos a hacer. En la región más transparente del aire”.

(Publicado en revista Nómada, Nº11, junio de 2008)

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