Para quienes no se resignan a no cumplir sus sueños, como por ejemplo culminar una carrera universitaria que había quedado trunca por los vaivenes de la vida, el “nunca es tarde” deja de ser una frase hecha para transformarse en una realidad tangible.
El programa educativo “Volvé y recibite”, impulsado por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), tiene como objetivo posibilitar a las personas que habían avanzado en sus estudios terciarios, o que por equis motivos habían abandonado, les
permite retomar una carrera y finalizarla con un método de aprendizaje acorde a sus posibilidades.
Esta invitación a hacer realidad aquellos sueños y cerrar una etapa importante de sus vidas, tuvo un gran eco ya que sólo en la charla informativa participó casi un centenar de interesados.
Lo clave de esta propuesta es que para muchos de ellos que ya están trabajando en un área determinada, tener un título les posibilita crecer profesional y económicamente.
El hecho de que la mayoría de los aspirantes tenga más de 40 años les da un plus de experiencia y un universo de experiencias más o menos afines, necesarias para no sentirse fuera del contexto estudiantil. 
En esta edición de Diario UNO (ver página 8)compartimos historias de vida en las que se refleja la necesidad de cumplir con un objetivo que había quedado frustrado y que a través de esta oportunidad que brinda la UTN se abren mayores posibilidades en un mundo laboral cada vez más competitivo. 
Aprovechar estas oportunidades que no son algo de todos los días tiene, además, un efecto ejemplificador. 
En la actualidad, son muchos los jóvenes que, aún contando con la posibilidad económica y de tiempos para estudiar una carrera, no lo hacen o prefieren abandonar el cursado tentados por un trabajo afín a sus intereses o por un apetecible sueldo. 
Decisión que, como seguramente les ocurrió a varios de los que se suman al “Volvé y recibite”, a la larga se termina lamentando.
Pese a las críticas que se le puedan achacar al sistema educativo argentino, este tipo de programas son tan bienvenidos como necesarios. 
Tanto que deberían multiplicarse en todas y cada una de las universidades del país.

(Diario UNO, 11 de abril de 2015).