De ser cierta esa frase que postula que “cada país tiene dos historias: la oficial y la verídica”, el rol de los historiadores adquiere  entonces una relevancia aún mayor.
Por estas horas, Mendoza es
por primera vez sede de un encuentro que reúne a unos 5.000 historiadores de todo el país.
La Facultad de Filosofía y Letras oficia de anfitriona de estas jornadas que se realizan cada dos años y cuyo objetivo central es generar un espacio de discusión.
El menú para el debate es amplísimo: historia antigua, medieval, moderna y contemporánea; la historia política, social, cultural y económica; y un tema esencial y ríspido: los distintos abordajes en torno de la enseñanza.
Con los años, esta auténtica cumbre de pensadores se ha convertido con justicia en el mayor ámbito de reunión de historiadores argentinos; a los que suman su rico aporte  pares provenientes del resto de América y de varios países europeos. 
En una temporada marcada por eventos culturales (Vendimia, Indio Solari, Feria del Libro) y deportivos (Los Pumas, fútbol de AFA, peleas por el título mundial), este masivo encuentro de investigadores y difusores de la historia muestra la importancia que adquirió Mendoza como destino para la realización de todo tipo de eventos.
La provincia cuenta con numerosas instituciones que garantizan la preservación de la memoria local, entre ellas la Junta de Estudios Históricos de Mendoza. 
Lo fundamental es que las nuevas generaciones son conscientes de que la historia ya no es un capítulo cerrado. Por eso se siguen creando espacios que nos recuerdan el ayer, como el Memorial Sanmartiniano, por con la mirada puesta en el hoy.
O el centro cultural Julio Le Parc que nos proyecta hacia el mañana con una agenda cargada de actividades. Numerosos jóvenes maduran en ese ámbito las más variadas creaciones en materia de música, plástica, teatro y literatura. Ellas hablarán por nosotros dentro de no muchos años. Dejarán una marca que unirá a las de sus predecesores.
La historia es eso que se construye minuto a minuto, por eso necesita de aquellos que acepten el desafío de contar la película completa, no sólo la oficial. La verídica.