

Simón puede ir al pasado, saltar al mañana o quedarse un rato en el presente como el profesor loco de Volver al futuro. Puede contar en primera persona, en tercera o en segunda. Historias de fútbol, rock o derechos humanos. Historias para la empatía o la contemplación. Hablar de los locos, los solos, los perdedores. Y sí, también del amor y de la muerte, esas epifanías clásicas que son la vida misma. En 77 historias cabe todo eso y más también. Hasta el suicidio de Van Gogh como negro colorín colorado.
Rubén Valle