Sospechosos como cualquiera que opta por la literatura antes que por el marketing, la medicina o el fútbol para todos, Julián Axt y Juan Aiub, cual alter egos de Arturo Belano y Ulises Lima, titularon a su colección de poesía “Los Detectives Salvajes” en honor a los inolvidables personajes de la no menos memorable novela del chileno Roberto Bolaño. Antes, claro, las razones, el objetivo, de esta patriada por la memoria.
Nada está perdido.
La historia arranca en La Plata con un llamado telefónico. Juan Aiub, integrante de la agrupación H.I.J.O.S. encuentra un viejo cuaderno Éxito de Carlos Aiub (su padre desaparecido) atiborrado de poemas y olvidado por sus secuestradores. Se lo comenta al poeta y abogado Julián Axat, también hijo de desaparecidos, con la intención de que ese hallazgo termine en un libro. Si bien la idea primigenia había sido hacer una página web, “Versos aparecidos” fue primero aquel soñado libro y a su vez sirvió para que la colección debutara en la editorial Libros de la Talita Dorada.
Abrir cancha.
El entusiasmo mutuo fue tal que se propusieron salir a la caza de textos, no sólo de desaparecidos sino de asesinados, exiliados, o poetas de aquella época que todavía viven y armar una ambiciosa serie de publicaciones. “Revalorizarlos en función de un concepto de poesía social y política”, subraya Axat. Como era de esperar, se acercó mucha gente y así surgieron nuevas publicaciones, entre ellas la de Jorge Money, un poeta más bien conocido entre compañeros y militantes, y del cual habían leído algo en el libro “Palabra viva”, aquella recordada antología de escritos de autores desaparecidos durante la última dictadura. Después de una larga pesquisa, lograron reunir varios poemas sueltos e incluso dar con el hijo de Jorge, Matías, hasta sumar suficiente material para ponerle tapas y letras de molde a “En la exacta mitad de tu ombligo”.
El rescate. “Ponemos todo nuestro esfuerzo para devolver a la luz la palabra poética desparecida, rescatarla del olvido”, sentencia el dúo de sabuesos. Y vaya que lo hacen. Según el tándem editor, el primer paso consiste en iniciar la búsqueda, generalmente contactando a algún familiar que pueda tener manuscritos del autor. Después, seleccionan los textos, los transcriben, y finalmente cranean el libro, el prólogo y hasta un homenaje. Este último suele materializarse en una presentación pública donde amigos, compañeros o familiares celebran al poeta en un auténtico ejercicio de la memoria.
De aquellas hojas amarillas.
“¿Qué pasa vieja ciudad/ acaso vas perdiendo el invicto a manos/ anónimas que salen de noche y te agarran dormida?". (Carlos Aiub, “Poema 16”, Agosto 1975).
El olvido que (no) seremos. Según el detective Axat, como parte de esa puesta en valor de los convulsionados años ‘70, “el rescate poético (que ya contabiliza una decena de libros) significa también recuperar un imaginario para las nuevas generaciones”. Después de todo, nada muy distinto a lo que a su modo buscaban Belano y Lima desandando los pasos de la inasible Cesárea Tinajero.

(Publicado en suplemento Estilo, Diario Los Andes, 11 de abril de 2010)

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