Esperando a Herta. Mientras quedamos a la espera de que la maquinaria editorial que dispara cada año la entrega del Nobel de Literatura nos acerque buena parte de la obra de la última galardonada, la rumano-alemana Herta Müller, aquí va un fragmento de su novela “La bestia del corazón” como para degustarla lentamente: “Con las palabras en la boca aplastamos tantas cosas como con los pies sobre la hierba. Pero también con el silencio. Edgar guardó silencio. Aún no puedo imaginarme una tumba. Sólo un cinturón, una ventana, una nuez y una soga. Cada muerte es para mí como un saco. Si te oyen decir eso, dijo Edgar, te tomarían por loca. Y cuando pienso en ello, tengo la sensación de que cada muerto deja tras de sí un saco repleto de palabras. Siempre me acuden a la mente el peluquero y la tijera de manicura, porque los muertos ya no los necesitan. Y también se me ocurre que los muertos ya nunca más perderán un botón”.
Para inclinar el suelo
. En buena hora, la faena artesanal e independiente no se detiene en esta Mendoza tan poco lectora. Contra-Edición sigue dando zarpazos gráficos para despabilar a quien se le cruce. Esta vez Marcela Toré es quien sale a la palestra con su poemario “Otra vez mueren mis manos… ”. Sus versos sin título se van acopiando página tras página en una rara combinación de imágenes herméticas y las más sencillas expresiones de su sensibilidad femenina. La sensación de pérdida y desasosiego atraviesa buena parte de los poemas: “No hay cofres con tesoros perdidos/ Sólo perdidos tesoros”; “Otra vez mueren mis manos/ en el peligroso tránsito de las caricias”; “No alcanzaré paraísos”; “Atraso dos latidos cada día/ para llegar al olvido”; “Los pasos suenan quietos./ Los abrazos pertenecen a otros”. Sin embargo, ese fluir más bien desencantado que melanco-tanguero tal vez esté preanunciando una voz, una ronca voz, a la que habrá que escuchar/leer con atención en su próximo opus.
Las voces, todas
. No será la de Buenos Aires, la de Santiago, mucho menos la de Frankfurt, pero Mendoza sigue manteniendo -más por inercia que por convicción- su Feria del Libro. Desde el 30 de octubre hasta el 10 de noviembre en la Plaza San Martín, la Secretaría de Cultura y el ECA prometen multiplicar las presentaciones de libros, actos, lecturas y puestos de las librerías, ésas cuyas ofertas suelen ser las mismas que vemos a diario en sus locales. Este año el homenaje de rigor recaerá merecidamente en la figura del poeta Armando Tejada Gómez y entre las visitas confirmadas se cuentan Ana María Shúa, Washington Cucurto, Eduardo Sacheri, Eduardo Belgrano Rawson, Jorge Paolantonio y Vicente Battista. La extensa grilla de actividades incluye un generoso menú de música, teatro, documentales y performances.
Fans de película
. El rey Midas en versión brasileña, léase el popularísmo Paulo Coelho, sigue dándose gustos con esos mismos libros que a otros causan disgusto. Con la nada original idea de que cada uno de sus lectores hace su propia película con las historias que este ex saltimbanqui vende por millones, propuso a sus fans que enviaran -vía Internet- cortos basados en “La bruja de Portobello” para que, luego de pasar por el cedazo técnico y artístico, quedara el film recientemente estrenado en Roma bajo el título “The Experimental Witch”. Fueron 6.000 lectores los que aceptaron el convite del singular concurso on line y apenas 14 los que se ganaron su lugar en el podio visual. Con su éxito, Coelho confirma que las hay, las hay.

(Publicado en Diario Los Andes, 25 de octubre de 2009)

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