Elizabeth Costello (J. M. Coetzee. Mondadori. 2004. 238 páginas)

Elizabeth Costello es una novelista australiana reconocida especialmente por uno de sus libros. Esa módica fama es la que le abre la puerta para que, en su madurez, sea convocada para dar conferencias de los temas más variados.
Con este simple esquema, el premio Nobel 2003, J. M. Coetzee divide su novela en ocho partes, donde en boca de la desbocada Elizabeth puede abordar sus obsesiones de siempre: el (mal) trato a los animales, el mal y sus alcances,el sexo (o mejor dicho, lo divino en relación al sexo), la reflexión sobre las creencias más allá del corset de las religiones y como una especie de hilo conductor de estos capítulos aparentemente independientes, la continua meditación del rol del escritor.
Al igual que en el resto de sus obras, el autor de Desgracia parte de una premisa insobornable: entender las claves de una humanidad permanentemente saboteada por los propios humanos. Cualquier historia, por simple que resulte, en su pulida y certera prosa alcanza alturas únicas. Para comprobarlo basta bucear en cualquiera de sus libros.

(Publicado en suplemento Escenario, Diario UNO, 21 de agosto de 2005)

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