Cuando aún estaba en campaña hacia la presidencia, Mauricio Macri cuestionaba duramente a Cristina Fernández por el uso y abuso de las cadenas nacionales, fuera o no importante el tema a comunicar.
Para diferenciarse, el líder del PRO anticipaba un gobierno de puertas abiertas, de conferencias de prensa donde se le pudiera preguntar de todo, sin freno de mano alguno.
Ya en el sillón de Rivadavia, parte de aquella promesa fue cumplida; en su primer trimestre no hubo cadenas oficiales a mansalva y se concretaron encuentros con los periodistas.
Sin embargo, esa apertura informativa que se suponía iba a desbordar medios oficiales e independientes, todavía no se observa con la contundencia con que Macri pretendía superar la mentada grieta, sobre todo en materia informativa.
En un presente marcado por la crisis social, política y económica, resulta llamativo que el presidente se muestre tan esquivo en dar explicaciones o pistas de cuál es el rumbo. 
Los argentinos no escuchan de su máxima autoridad un análisis de la creciente crisis.
Lo que trasciende a la opinión pública son versiones en cuentagotas de las supuestas buenas perspectivas que hay que esperar para el segundo semestre del año.
En la incertidumbre del mientras tanto, es inentendible que no haya definiciones más claras para que la totalidad de la ciudadanía sepa hacia dónde va el país.
No alcanza con que se explique que la visita de Barack Obama fue positiva porque reabrió las relaciones con una potencia, en un giro que debería acercar las renuentes inversiones. 
Muy característico del staff macrista, la comunicación oficial fluye sobre todo por las redes sociales, creyendo que con eso alcanza para llegar a todos.
Difícilmente el vecino de a pie, poco afecto a la tecnología o directamente fuera de su alcance, reciba las buenas nuevas de estos gurúes 2.0.
Explicar qué se está haciendo para domar la inflación galopante, cómo se recuperará el empleo en el campo privado o cómo podría reactivarse la obra pública, son interrogantes que no se pueden dilucidar en 140 caracteres o compartir graciosamente en el muro de Facebook.
Superados los cien días de acomodamiento, ya va siendo hora de que Macri y su equipo informen sin eufemismos dónde estamos parados y cuál es el camino para esa Argentina que prometieron.

(Diario UNO, 30 de marzo de 2016)

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