No será esta Mendoza levemente aggiornada una Frankfurt de cabotaje pero al menos se sigue leyendo, escribiendo y editando sostenidamente. Un repaso, entonces, para pasar en limpio lo recibido en el mostrador de Generación Bic.
Antes, la perla negra: lo difícil que es dar con algunos de estos materiales. No porque los autores no quieran llegar a destino sino porque los intermediarios no nos la hacen fácil: las producciones locales no se ofrecen al público (total, están en consignación y dejan poco margen), no son expuestas en un buen lugar (“ni loco te corro los de Vargas Llosa”) y cierto quioscos son esquivos a rendir a los autores lo poco que se vende. En síntesis, no queda otra que apelar, una vez más, al boca a boca o a la creatividad para “cazar” a los esquivos lectores.

Féminas universales

La editorial Tortitas Caseras vuelve con un nuevo ejemplo de amasado artesanal para otro de su libros objeto, siempre pergeñados por la incansable María Luisa Nasif. El exquisito “Mujeres intensas” reúne a cuatro poetas: Niní Fajardo, Nora Quevedo, Nora Bruccoleri y Vanina Massarutti. Cuatro bocas que no se callan nada. Que dicen lo suyo con una sensibilidad no exenta de autoridad. De las que piensan y dicen en voz alta. Marcan territorio. Y todo envasado (en origen) con flores secas, colores vivos y hasta un sello de perfume como para que el libro nos impregne un poco más.

Por docena

Estadísticas fiables confirman que las revistas independientes -aquí y allá- suelen morir indefectiblemente en el número 3, a lo sumo en el 4. Sin embargo, la ya preadolescente “Serendipia” llegó al 12 y sigue más viva que nunca.
En su formato tapa dura y sus cien (¡¡!!) páginas, la publicación capitaneada por Alejandro Frías y Lorena Puebla vuelve a mostrar un amplio y diverso arco de propuestas y autores. Poesía, cuentos, relatos cortos, teatro, homenajes, ensayos, humor, secciones fijas, etc. Un material que vale lo que pesa.




Las ramas mágicas

Así como se afirma, sin escaparle al vizcachazo, que pisamos tierra de poetas, no erraríamos demasiado si por el contrario decimos que aún es magra la producción de novelas. Con “El árbol violeta” (Ediciones Baobab), José Luis Pachmann intenta saldar en parte esa deuda.
Ambientada en el bosque chaqueño conocido como “El impenetrable”, todo gira en torno de la vida del negrito Sisé y su esforzada sobrevivencia en un medio hostil donde un inexplicable árbol violeta es a la vez altar y protector. Según su autor, “esta novela trata de las cosas simples que nos carcomen el alma. Específicamente sobre el devenir de la existencia y la mutación que nos provoca”.

Mirá cómo tiemblo

“Cuentos de Cucos y Memoriosos”, que se presenta a sí mismo como “libro apócrifo de textos de terror”, reconoce su germen en la sección del mismo nombre publicada en la revista “La Mosquitera”. Camuflados detrás de nombres apócrifos, Ramón Mayo, Fernando Rosas, Raúl Zalazar y Andrés Llugany crean/recrean/ reversionan -con más humor que miedo- las historias de La maldición del Futre, La chancha de las luces, El chivo negro, La criatura del Bajo, El grillo topo, Los niños mono, El perfumador, El pollo del cancerbero y El loro de la Parca, entre otros tantos inspiradores del julepe. Son 16 relatos en los que una concepción gráfica de notable calidad (gracias al aporte del Fondo Provincial de la Cultura) posibilita que se luzcan las excelentes ilustraciones de Gabriel Fernández, Fernando Rosas y Pablo Pavezka.

(Publicado en suplemento Estilo, Diario Los Andes, 24 de octubre de 2010)